sábado, 15 de marzo de 2014





La luz con la que alguien ha crecido en su infancia y en su adolescencia educa la mirada y determina su forma de contemplar el mundo.

He despertado con esta frase en la cabeza y pensaba haberla leído ayer a Brodsky. Sin embargo, he releído sin éxito para encontrar la cita. ¿Ha sido una revelación en sueños? Es cierto que en todo poeta puede encontrarse una luz propia, o un matiz distinto de la misma luz. Así, la luz neblinosa y blanquecina del Báltico en Brodsky, o una luz de hielo en Herbert, o la intensa y desbordante luz del sur en Lorca a pesar de toda la tristeza. Es interesante el contraste de luces entre el lector y el poeta, que siempre se produce. Y fascinante la modulación de la luz en los poetas del exilio, como Cernuda.

Si apunto esto no es porque el pensamiento sea especialmente revelador o profundo, de hecho no lo es en absoluto y desde luego en ningún caso es original, sino por el hecho extraño -no sé si posible o imposible- de desarrollar ideas en sueños, de escribir cuando uno duerme. Al margen de lo que de sueño pueda tener toda escritura.


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1 comentario:

  1. Desde luego el sueño nos induce a liberar la fantasía que tenemos dentro de nosotros... buenas noches poeta, sueña mucho y bien ;)

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