Para mi padre, in memoriam
Hace tanto, hace tanto que no hablamos.
De noche las ausencias son más largas,
el cielo se vacía hasta la entraña,
reverbera el silencio en el silencio.
Hace tanto que no hablamos, la luna
va llenando el espacio
redonda igual que el disco
de un teléfono antiguo.
Quizá por eso me sorprenda a veces
intentando rodarla con el dedo
para marcar tu número.
C. I
(De Cuaderno de Instantes)
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