No os atreváis a tocarlo:
si acaso una leve caricia
con manos piadosas.
No lo beséis,
salvo el ademán de un beso
sobre su frente lejana.
Bajad los ojos
al suelo con respeto
en su ausente presencia.
No digáis nada
en voz alta,
no habléis palabras de mármol.
Un hombre bueno
cuando se marcha
es un altar sobre el que desciende
la Eternidad.
C. I
Miguel Ángel Herranz (1978 – 2020). Poeta vallisoletano, autor de "Palabras de Perdiz" (editorial Comba), "Érase una Pez: perqueños poemas para niños gigantes" (B de Blok, ediciones B), "Lírica de lo Cotidiano" (editorial Renacimiento) y "Aquí estuvo Kilroy" (editorial Renacimiento). Mantiene numerosa obra inédita. Poemas y textos suyos pueden leerse en la cuenta que publicaba en instagram, donde era y es extraordinariamente popular y seguido: @mikinaranja
Era, además, mi amigo.
Y, además, era tu amigo. Y lo será siempre, aunque este mundo no sea eterno, su amistad es atemporal.
ResponderEliminarAsí es, Alberto. Ese privilegio de ser su amigo, privilegio que está por encima de cualquier otra cosa, es un honor y una alegría que no puede borrarse ya nunca. Gracias por tu comentario, un abrazo sincero.
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