Necesito
una balada lenta que me aplaque,
necesito
dormir, caer rendido, cerrar
los
ojos a la muerte, abrir los sueños al olvido.
Quiero
dormir, quedar inerte,
que
mis sueños crezcan ya definitivos,
que
una música invisible los hilvane
sobre
el duro pentagrama de las calles,
que
la balada sea lenta y dulce y absoluta,
extensa
como la abierta palma de una mano.
Anhelo
dormir, caer rendido, abrir
los
ojos hiriéndolos de sueños,
que
una música transparente me sumerja
en
el único rumor de unas olas circulares
nacidas
a la orilla de un abismo como el mío,
rodando
hacia los cuatro puntos cardinales
Ansío
una balada
lenta
que
me aquiete.
Necesito
que
esa música sea
bellísimo
silencio.
O
tus ojos.
C. I
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